"Solía creer que era la persona más
extraña del mundo, pero luego pensé que entre tanta gente debía haber alguien
que se sienta como yo, estrafalaria y defectuosa. Me imagino que ella está ahí
fuera pensando también en mí. Bueno, espero que si lees esto sepas que sí, que
es verdad, estoy aquí y soy tan extraña como tú".
Ésta es una de las primeras frases
de Frida Kahlo que leí. Y, sinceramente, creo que todos, en
algún momento de nuestra vida, hemos podido sentirnos así, raros, extraños,
fuera de lugar, desubicados... Reflexiones las cuales, a menudo, van
acompañadas con la convicción de que somos los únicos que nos sentimos así,
pero (afortunadamente) nada más lejos de la realidad.
Frida Kahlo se sintió muchas veces incomprendida y fuera de lugar. Y puede que fuera un sentimiento real, porque lo que es incontestable es que Frida fue una mujer adelantada a su tiempo que no atendía a convencionalismos y que lo que más anhelaba en su vida era ser libre.
Hoy en día, es de lo más común encontrarse el rostro de Kahlo casi en cualquier sitio o superficie. Miles de tatuajes, ropa, merchandising, murales, paredes, etc, son protagonizados por esta artista. Y yo, ante esto, me pregunto: ¿sabrán de verdad que representa la mujer que tienen delante? ¿conocen realmente su esencia? ¿su sufrimiento? ¿su vida? ¿o, simplemente, se dejan guiar por una estética y por una moda? Me temo que, en la mayoría de los casos, suceda esto último. Y que pena. Porque Frida Kahlo era mucho más que un simple reclamo publicitario.
De esta reflexión surge mi necesidad de crear este post. Para, a través de él, reivindicar la calidad personal y artística de Kahlo, intentando— a lo largo de estas líneas—trasmitir la información más relevante que hay que conocer de ella de una manera breve y concisa. Se podría profundizar, y mucho, en diversos aspectos de su vida y de su obra, pero ya habrá tiempo para ello. Lo que en este momento pretendo es que, cuando lleguéis al final de esta publicación, tengáis una idea muy concreta de quien era esta inigualable artista. Y para ello, voy a hacerlo estructurando la información de su biografía de manera esquemática, que creo va a resultas bastante más esclarecedora...
¿Te sumerges conmigo en el universo de Frida Kahlo?
- Nombre:
- Profesión:
- Fecha y lugar de nacimiento:
- Fecha y lugar de su muerte:
- Familia:
- Cónyuge:
A pesar de ser estos los datos biográficos básicos a saber de esta autora, hay otros que son también de gran relevancia si queremos dibujarnos un perfil completo de la artista mexicana. Y es que Frida, ya en vida, era mucho más que solo una mexicana que se dedicaba a la pintura...
- Frida era arte. Creó más de 200 obras
y expuso en varios museos de renombre como el Louvre de París, entre muchos otros. Consiguiendo, además, enamorar con su pintura a personalidades de la talla de
Picasso o Salvador Dalí. Un éxito
sin precedentes que, actualmente, sigue siendo un gran reclamo a nivel
internacional, pudiendo encontrar muchas de sus obras en los museos de
arte moderno más importantes de todo el mundo.
- Frida era México, fiel representante
de sus tradiciones y costumbres. Sus trajes típicos de tehuana marcaron, y
marcan, tendencias en el mundo de la moda también a nivel mundial.
- Frida era amor, era pasión. Kahlo se
casó (como ya he adelantado) dos veces con Diego Rivera, del que estaba
locamente enamorada hasta el día en que murió.
- Frida era revolución, era libertad, era respeto. Frida era feminista hasta la médula. Defensora
acérrima de los derechos de la mujer. Bisexual. Luchadora. De ideales
comunistas. Valiente y peleona por llevar la vida que ella quería al
margen de críticas, convencionalismos y habladurías.
- Frida era dolor. Sufrió de espina
bífida, poliomielitis, varios abortos, un grave accidente que casi le
cuesta la vida (con tan solo 18 años), la amputación de su pierna derecha
y 32 (complicadas) operaciones, con sus respectivos y dolorosos periodos
de recuperación, los cuales, a menudo, tenía que pasarlos completamente
inmovilizada en una cama.
- Pero, además de todo lo ya citado, si algo era, y
es, Frida Kahlo es superación. Y fuerza. Ya que, a pesar de
sus complicados (y continuos) problemas de salud, consiguió traducir el
dolor en algo positivo. Frida
empezó a pintar, precisamente, durante esos largos periodos en los que
se veía inmovilizada para
evadirse de la realidad que le tocaba vivir. De ahí a que la mayor parte
de su obra sean autorretratos, porque se pintaba así misma (gracias a un
espejo que su madre colocó encima de su cama), pues era a quien
mejor conocía y con quien más tiempo pasaba.
En próximos post analizaré su pintura, el como a
través de sus cuadros, aunque no supiéramos nada de su vida,
podríamos seguir una línea cronológica perfecta de la misma,
conociéndola al detalle.
En muchas ocasiones, suelen preguntarme por qué me
gusta tanto el personaje de Frida Kahlo. Mi Friducha (como la
llamaba su padre) llegó a mi vida en 2009, gracias a una compañera de la universidad
que conocí durante el año que cursé Educación Social. Desde entonces,
Kahlo se quedó para siempre en mi corazón, en mi alma y en mi piel. Creó que me
enamoró de ella su fuerza, su resistencia al dolor, sus ganas infinitas de
vivir, su intensidad, su especial relación con su padre, su complicada relación
con el amor, su manera de sentir, su impulsividad, su sensibilidad, su
arte...
La verdad es que me siento muy identificada con muchos
aspectos de su vida, y de ella misma, aunque ojalá fuese la mitad de valiente
que lo fue ella. Porque Frida se enfrentó a todo y a todos
por ser LIBRE en una época en la que el papel de la mujer, en todos los
ámbitos, estaba apenas despertando. Y ella fue de esas mujeres que, sin paños
calientes, despertó. De golpe. Arrasando con todo lo que se consideraba
políticamente correcto hasta el momento. Y que suerte tenemos las demás, porque
gracias a ella, y a muchas como Frida, nosotras lo hemos tenido (y lo tenemos)
mucho más fácil.
“Si yo pudiera darte una cosa en la
vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos.
Sólo entonces te darías cuenta de lo especial que eres para mí”.
Quiero terminar este post con esta frase, porque ojalá, con estos granitos de arena, que van ha ir siendo mis publicaciones, podáis comenzar a ver a Frida como yo la veo. Una mujer irremplazable, mucho más allá de campañas de márketing o de modas, una mujer que luchó sin cesar por todas y, sobre todo, por si misma... Aunque a veces le fallaran las fuerzas, pero, casi siempre, la vida le ganó al dolor. Hasta que, al final, éste le gano la batalla.
A continuación, dejo la bibliografía de los libros en los que me he basado para redactar este post, así como el origen de cada una de las imágenes que en él aparecen. Espero que hayáis disfrutando tanto leyendo este post como yo haciéndolo. Y que repitáis.
Os espero muy prontito, de nuevo, en "el diario de Ro".
Hasta la próxima.
Recursos literarios:
- Kahlo, F. (2001). El diario de Frida Kahlo (Sarah M.
Lowe. ed.). Editorial RM.
- Hayden, H. (1983). Frida Kahlo, bibliografía. Taurus.
*Imágenes todas obtenidas de Pinterest.
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